Sus estudios se basan en el uso de progesterona natural en lugar de hormonas sintéticas, lo que favorece la obtención de productos (carne y leche), libres de residuos farmacológicos y el consiguiente beneficio sobre la salud de los consumidores, adaptándose a la creciente exigencia por consumir productos de origen animal que sean clean, green and ethical.

Por otro lado, se investiga el uso de nuevos dispositivos intravaginales, basados en silicona inerte (CIDR; Controlled Internal Drug Release), y la disminución de los periodos de tratamiento, para así reducir los riesgos de infecciones en el aparato genital de las ovejas y mejorar la salud y el bienestar de los animales.

El desarrollo de estos  nuevos protocolos busca también la eliminación del uso de gonadotropina coriónica equina (eCG); una hormona natural pero obtenida a partir de la sangre de yeguas gestantes, con la consiguiente controversia en cuanto al bienestar de las yeguas utilizadas para su producción.

Fuente: rica.chil.org